En la línea de sus anteriores novelas, el autor propone una historia de carácter autobiográfico: el libro arranca con la escena del retorno del hijo al hogar de su infancia, tras abandonar el ambiente rural. Allí, Édouard apenas reconoce a su padre, que, con el cuerpo deformado, está reducido a una silla de ruedas como consecuencia de las inhumanas condiciones de trabajo en una fábrica. A través de la evocación no cronológica de sus recuerdos de niñez, Louis presenta las contradicciones de la relación con su padre con el fin de deconstruir las conexiones de violencia y dominación que impregnan el mundo rural y popular de su niñez. Por otro lado, las escenas familiares se superponen con acusaciones políticas dirigidas personalmente a los responsables de las reformas que ocasionaron el deterioro físico de su padre: Valls, El Khomri, Hollande, Sarkozy o Macron. Una sucesión de fechas y anécdotas dan a esta breve obra el carácter de una íntima carta de reconciliación, una acusación directa y una confesión conmovedora: la del amor de un padre hacia su hijo y viceversa. / This bracing new nonfiction book by the young superstar Édouard Louis is both a searing j’accuse of the viciously entrenched French class system and a wrenchingly tender love letter to his father. Who Killed My Father rips into France’s long neglect of the working class and its overt contempt for the poor.