La cocina es ante todo identidad. Somos lo que comemos y comemos lo que somos. Cada receta, cada plato, cada bocado trenza el relato de nuestra vida y muestra la naturaleza del pequeño universo que nos rige. El más cercano, siempre es el más íntimo, que en una ciudad como Antofagasta, se concreta en influencias culinarias llegadas de todo el mundo. La cocina también es un arma fundamental para el desarrollo. Cada gesto que realizamos en ese espacio familiar o comercial llamado cocina tiene consecuencias en el mundo que nos rodea. Este libro habla de todo eso. Es la consecuencia del tremendo trabajo que desde hace dos años realiza la Corporación Gastronómica La Chimba en Antofagasta para poner en valor la cocina como instrumento para el crecimiento de la ciudad y, al mismo tiempo, en un arma para superar la desigualdad.
