¿Cómo narrar el final de uno de los procesos políticos y sociales más relevantes ocurridos en Latinoamérica? ¿Qué es lo que se registra cuando se visita una isla donde lentamente se cede el paso a la modernización? Ambas preguntas responden a una situación innegable: un capítulo en de la historia contemporánea ha concluido. Es por esto que, durante estos últimos años, Patricio Fernández ha ido y venido desde Cuba, el último estandarte de la Revolución, registrando los pormenores que han acontecido en la isla antes y después de que Fidel Castro dejara el poder en manos de su hermano Raúl. Tomando el pulso de la vida cotidiana y describiendo sus pormenores, Cuba. Viaje al fin de la Revolución relata, entre otras historias, el restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, las visitas del Papa Francisco y de los Rolling Stones, la muerte de Fidel y el proceso de paz entre Colombia y las FARC, retratando, en palabras de su autor: “Lo que ha quedado de ella: lo bueno, lo malo y lo inclasificable de uno de los proyectos sociales más ambiciosos de la historia humana, llevado a cabo en esta pequeña isla que hoy habita en compás de espera, aunque sin esperanzas. Asumen que la Revolución ha muerto y, sin embargo, no se deciden a enterrarla”.
