La narrativa de Andréiev es inicialmente realista y luego se consolida entre el simbolismo y el expresionismo. Cohabitan en ella el caos, el pesimismo, la contradicción, la muerte, la soledad, el miedo, la obsesión sexual y la demencia, todo representado en paradojas psicológicas y planteamientos sobre el significado de la vida. Máximo Gorki dijo de este autor: «En lo que toca al lado oscuro de la vida, las contradicciones del alma humana, la ebullición de los instintos, Andréiev tenía una terrible perspicacia».