No hay otra parte del día que suponga un lapso más íntimo y subjetivo que la noche, madre de todos los miedos y esperanzas, y cobijo de los sueños más reveladores y sorprendentes. Objeto de estudio a lo largo de la historia, la noche ha provocado una miríada de reflexiones y definiciones que parecen componer un cuadro tan fascinante como indescifrable.