El pintor Juan Pablo Castel explica por qué mató a María Iribarne. La vio por primera vez en una exposición, observando uno de sus cuadros. Dio con ella posteriormente y ambos entablaron una relación amorosa. Pero el protagonista descubriría que ella no sólo está casada, sino que además tiene otro amante. Los celos obsesivos y la personalidad paranoide de Castel conducen al funesto final de María.